Son muchos los sectores que dependen de los sistemas de aire comprimido para sus procesos. Entre los más notables, destaca la industria alimentaria. Si el aire no es de calidad, ya sea por la falta de mantenimiento o la necesidad de refacciones para compresores en Monterrey, pueden ocurrir problemas, ya sea con las autoridades o con los consumidores finales. Entender la forma en la que influye el aire comprimido de calidad es crucial para aplicar medidas preventivas y garantizar ya sea la inocuidad o eficiencia de los procesos.
¿Cuáles son las aplicaciones del aire comprimido dentro de la industria alimentaria?
Conocer las distintas aplicaciones de los principales tipos de compresores en el sector es útil para entender su importancia. Entre las aplicaciones típicas más comunes en plantas de tratamiento de frutas y verduras, destacan la deshidratación, congelación y enlatado. Son muchos los sistemas de procesado de hortalizas y frutas que usan el aire comprimido para clasificaciones automáticas, envasado y limpiar el aire de los envases antes de realizar el llenado.
Algunas empresas alimentarias, como las panificadoras, usan los compresores de aire Monterrey para aplicaciones de soplado. En otras, se utilizan para limpiar los distintos contenedores donde se colocan los alimentos antes o después de procesarse. También suele usarse para cortar y dar forma a distintos productos.
Una aplicación que cobra cada vez más auge es usar el aire a presiones altas, en rangos que oscilan entre 35 y 55 bar, para moldear envases mediante el método de inyección. Ejemplos de ello son las máquinas de insuflación o las termoconformadoras. Se trata de aplicaciones cruciales, que pueden costar mucho si el aire es de baja calidad o si el equipo se mantiene en paro, debido a la necesidad de refacciones para compresores en Monterrey. Por tal motivo, el mantenimiento del sistema de aire comprimido regular es crucial para el sector.
¿Qué peligro puede acarrear el aire comprimido de baja calidad?
Para muchos países, incluido el nuestro, los sistemas de aire comprimido son una de las fuentes energéticas más importantes en los procesos de envasado de alimentos. No obstante, en ellos hay distintos problemas que afectan la calidad del aire y pueden comprometer la inocuidad alimentaria, que es obligatoria para este sector. El más común es la contaminación, ya sea por la infiltración de agua (en estado líquido o gaseoso), partículas sólidas (como el polvo y los alérgenos), vapores, hedores, aerosoles de hidrocarburos, entre otros.
Contar con un compresor de aire es crucial para este sector, pero debe mantenerse a raya el peligro de contaminación. Este puede ser también ocasionado por microorganismos, que se transfieren del aire a los productos finales, mediante aerosoles, partículas o aceites minerales, lo que deriva en pérdidas notables en cuanto a la calidad de los alimentos. Aplicar un tratamiento completo a este sistema disminuye considerablemente el riesgo, además es un factor crucial dentro de los controles de calidad.
Entre las preocupaciones más recurrentes de las empresas del sector, es que el sistema presenta humedad. Esto se debe a que ciertos niveles de humedad producen un entorno ideal para el desarrollo y proliferación de hongos y microorganismos. Tales agentes pueden abundar en los sistemas de tubería y transferirse mediante el soplado, ya sea a los mismos alimentos o a sus contenedores. Afortunadamente, existen medidas de mantenimiento de compresor tornillo o de pistón, que mencionaremos a continuación.
¿Cómo lograr la contaminación mínima en los sistemas de aire comprimido?
Lograr la «contaminación cero» es cosa difícil, pero no imposible si se aplican algunas medidas según el tipo de contaminante. Por ejemplo, para evitar que proliferen hongos y otros microorganismos, es importante que el punto de rocío a presión se encuentre debajo de los -26 °C, debido a que, a partir de este valor, no pueden desarrollarse.
Con respecto a la presión punto de rocío, debe oscilar entre 3 y -70 °C con ayuda de secadores de adsorción, membrana o frigoríficos. Sepan que existen plantas de tratamiento en las que hay diferentes puntos de rocío según el punto de aplicación y si hay contacto de los alimentos o envases con el aire comprimido.
Por otro lado, al combinarse un secador frigorífico (para toda la planta) con un secador de adsorción (para ciertas secciones), será posible lograr ahorros energéticos por medio de un sistema de control operativo del segundo secador con un higrómetro (aparato utilizado para medir el nivel de humedad relativa en un entorno).
Los hongos se vuelven esporas si el aire comprimido se seca por debajo de los 26 °C. Se trata de partículas sólidas que necesitan bloquearse, lo que es posible con un sofisticado sistema de filtros en línea repartidos en distintas secciones. Con ellos es posible impedir la influencia de otras fuentes de partículas, como el polvo del entorno que aspiran los compresores y las que desprenden los revestimientos de las tuberías del sistema o de los rotores de las unidades compresoras.
Si necesita refacciones para compresores en Monterrey, como filtros o secadores para mantener a raya los contaminantes, contacten a los expertos de HEFSA a través de la línea (81) 8351 9423.
